Cuando se gestiona un negocio de impresión, cualquier tipo de residuo repercute en los resultados. Para alcanzar verdaderos niveles de éxito, es esencial reducir los gastos innecesarios al tiempo que se mantienen o aumentan los beneficios. En los últimos años, el sector de la impresión digital ha avanzado de tal manera que ofrece a los empresarios las herramientas que necesitan para aprovechar al máximo todos sus recursos.
Los desperdicios pueden introducirse en tu flujo de trabajo de impresión de muchas maneras y, en este artículo, te mostramos cómo la gestión de los diseños, la calibración del uso de la tinta y la reducción de errores te ayudarán a reducirlos y a mantener unos márgenes altos.
1. Optimizar el diseño y la disposición
Antes incluso de empezar a imprimir, puedes planificar tus diseños de forma más económica. Lo puedes llevar a cabo con ideas sencillas, como la reducción de los márgenes innecesarios alrededor de los elementos al crear tableros gráficos con varios artículos.
También puede ser útil guardar cada elemento en lugar de guardar archivos que contengan varios elementos. De este modo, puedes utilizar una función de anidamiento en tu RIP para organizar los elementos de la hoja de la forma más económica.
Si no puedes separar los elementos o reducir los márgenes antes de importar los archivos en el RIP, puedes utilizar la función de recorte, tantas veces como sea necesario, para recortar cada archivo. A partir de aquí, puedes duplicar los elementos y utilizar la función de anidamiento, aprovechando mejor el espacio.
Por último, si tienes que imprimir varios trabajos, lo mejor es agruparlos en lotes más grandes, en lugar de imprimir cada trabajo por separado. Esto permite al RIP anidar más elementos en un área más pequeña. Todas estas funciones, y muchas más, están disponibles con el RIP VersaWorks de Roland.
Aunque no parezca que se esté ahorrando mucho material por trabajo, con el tiempo el ahorro es significativo.
2. Realizar un mantenimiento regular
Un mantenimiento deficiente es una de las principales causas de avería de los equipos, lo que puede provocar el desperdicio de tintas y materiales de impresión.
Nuestra gama de equipos de impresión, desde equipos de sobremesa hasta equipos de gran formato o de mesa plana, se ha desarrollado para que el mantenimiento periódico sea lo más fácil posible para el usuario, y algunas reparaciones se pueden realizar sin la ayuda de un técnico especializado. También puedes utilizar Roland DG Connect para supervisar el estado de tu equipo y minimizar la probabilidad de que se generen residuos.
Si tu proveedor ofrece visitas a los emplazamientos como parte de una garantía o un paquete de mantenimiento, aprovéchalas al máximo. Los técnicos expertos no solo pueden detectar y reparar averías para que tu equipo vuelva a funcionar a pleno rendimiento, sino que también pueden darte consejos útiles que te ayuden a ahorrar tiempo y dinero.
3. Realizar comprobaciones previas a la impresión
Es frustrante tirar una mala impresión debido a un defecto que podrías haber detectado si lo hubieras comprobado antes de intentar imprimir. Puedes ahorrar mucho dinero en tinta y material desperdiciados realizando comprobaciones previas a la impresión.
Calibra tu impresora, especialmente si acabas de instalar un nuevo tipo de material. Funciones como los ciclos de limpieza, las comprobaciones de inyectores, las alineaciones bidireccionales y los ajustes del espacio entre materiales son fáciles de realizar y ayudan a garantizar que todo se ajuste perfectamente a tu impresión.
Comprueba también los niveles de tinta antes de la impresión para tener suficiente para completar el trabajo. Del mismo modo, si parece que te estás acercando al final de un rollo de material, puedes realizar una función de alimentación previa, que pondrá en cola el material necesario para el trabajo antes de que empieces a imprimir.
4. Supervisar el uso de tinta
Puedes gestionar tu nivel de desperdicios, en primer lugar, vigilándolo. Realiza un seguimiento de la cantidad de tinta que pides y de la que utilizas con regularidad. Verás que ciertas tintas se agotan antes que otras, por lo que es conveniente equilibrar las existencias en consonancia. Para trabajos repetitivos o trabajos grandes, como una flota de vehículos, también puedes utilizar el botón RIP en VersaWorks para generar un desglose detallado del consumo de tinta por canal.
La tinta tiene una vida útil, por lo que controlar su uso es una buena forma de asegurarse de solo tener existencias de las tintas que utilizas y no correr el riesgo de almacenar tintas caducadas.
Nuestra solución de supervisión avanzada Roland DG Connect es una aplicación móvil diseñada con este fin, además de ofrecer otras funcionalidades.
5. Cambiar el proceso de impresión
Es una buena idea dar un paso atrás en tu proceso de impresión y observar los aspectos que puedes dar por sentado. En muchos casos, se podría encontrar fácilmente una forma más eficaz de trabajar cambiando por completo el proceso de impresión y adoptando prácticas más avanzadas y provechosas.
Por ejemplo, si imprimes sobre rígidos grandes con regularidad, sabrás que el proceso puede ser bastante laborioso y genera residuos adicionales. La aplicación adicional de película laminada crea una fuente adicional de residuos, pero también más oportunidades de cometer errores. Al cambiar a una solución de impresión UV plana, no solo se evitan los residuos de la aplicación, sino que también se agilizan los plazos de entrega de este tipo de trabajos.
Para la impresión directa sobre objetos y la impresión en prendas, los métodos analógicos como la serigrafía y la tampografía son excelentes para producir grandes volúmenes de productos, pero son especialmente ineficientes si se tiene en cuenta la gran cantidad de existencias no vendidas y el desperdicio adicional de tinta generado. La impresión digital elimina la necesidad de pantallas o tampografía, suprimiendo los desperdicios y reduciendo en gran medida el riesgo de imprimir productos en exceso.
Por último, si ya utilizas un sistema de impresión digital directa sobre objetos, es posible que estés desperdiciando piezas de material en blanco debido a la desalineación de los artículos con respecto a la base de impresión. Invertir en plantillas de impresión para los trabajos que realizas a menudo elimina las conjeturas de la impresión directa sobre objetos y puede mitigar en gran medida los desperdicios debido a errores de impresión.
6. Almacenar el material de forma adecuada
Los materiales defectuosos producen defectos en el producto final impreso. Ya se trate de abolladuras o arañazos, o de un adhesivo defectuoso, muchas de las quejas pueden solucionarse simplemente guardando los materiales de forma correcta.
Asegúrate de que tu zona de almacenamiento de materiales no experimenta temperaturas y humedades extremas y de que los rollos se guardan en un lugar seguro, libre de golpes. También es mejor manipularlo por los bordes o utilizar guantes para evitar que las huellas dactilares se transfieran al producto final.
7. Insiste en la calidad
Es muy tentador buscar gangas y ahorros a corto plazo optando por los equipos y materiales más baratos que se puedan encontrar. Aunque puede que tengas suerte con una oferta realmente buena, lo mejor es invertir lo que se necesite y asegurarte de que tus productos son de alta calidad.
Por una parte, es la mejor manera de mantener la satisfacción del cliente y asegurar el negocio de cara al futuro, pero también ayuda a reducir los desperdicios y aumentar la eficiencia. Los materiales de mala calidad también son más propensos a los defectos de impresión, que dan lugar a productos que no son aptos para la venta y deben desecharse.
Cuando se trata de tintas, los fabricantes desarrollan hardware para que funcione de forma fiable con formulaciones de tinta específicas. Es posible que otras empresas fabriquen tintas más baratas, que pueden funcionar en tu equipo, pero esos equipos nunca han sido probados ni desarrollados para esas tintas. Con el tiempo, existe un alto riesgo de que estas tintas dañen tu equipo.
8. Llevar a cabo un buen proceso de información y aprobación
A veces, el desperdicio no tiene nada que ver con la calidad de tu trabajo y es simplemente el resultado de malentendidos y malas instrucciones. Puede que tu cliente sepa lo que quiere pero, por una razón u otra, no lo comunique de la forma adecuada. O puede que solo tenga una idea vaga de lo que quiere y no pueda imaginarse el resultado hasta que no lo vea antes. Y lo que es peor, es posible que simplemente cambie de opinión a mitad del proceso de producción, obligándote a empezar de cero.
Puedes ahorrarte mucho tiempo y material si insistes en que te den unas instrucciones claras, pides confirmación oficial de que tu propuesta se ajusta a las instrucciones y documentas la aprobación en cada fase.
Una de las cosas más sencillas es crear una maqueta virtual del producto final, ya sea una rotulación de vehículos, un gran gráfico mural o un cuaderno personalizado. En esta fase, el cliente está más capacitado para aportar comentarios útiles y no cuesta ni medios ni tinta.
También puedes compartir muestras para asegurarte de que el acabado de los materiales y la reproducción del color cumplen sus expectativas. Aunque esto puede requerir la impresión de una muestra de prueba adicional, garantiza que tu cliente obtenga lo que desea sin necesidad de realizar múltiples impresiones costosas, y también mejora tu reputación como socio proactivo y atento.
Conclusión
Con estas prácticas, puedes mantener tus costes lo más bajo posibles y mejorar la rentabilidad de tu empresa con el mínimo esfuerzo. Si buscas nuevas formas de ganar más dinero con las herramientas que tienes, ponte en contacto con uno de nuestros expertos.